lunes, 24 de octubre de 2016

Entrevista a Carlos Sobera

El actor estuvo en Zaragoza con la Obra El Ministro, un hombre cercano, cariñoso y un gran profesional, ¿Quieres saber todo lo que nos dijo?

¿Qué recuerdos tienes de Zaragoza?
Muy buenos, porque sabes que mi padre nació cerca de Ainsa, en Huesca, era baturro. Él siempre estaba muy ilusionado con llevar a sus hijos a conocer aquella zona. Mi primer gran viaje, siendo yo un crío, fue a Zaragoza, con doce años. Fue la primera cuidad que conocí, así grande y lo más importante es que me encapriché de una guitarra que vi en un escaparate en un  tienda, y le di la vara a mi padre y terminó comprándomela para que dejara de llorar. Tengo muy buen recuerdo de Zaragoza. Y luego he vuelto varias veces de Zaragoza, incluso para trabajar como actor. Es una cuidad que identifico como mía, y creo que es gracias a mi padre.

El programa "Firts dates" está teniendo un éxito impresionante, ¿Cuál ha sido la cita que más te ha sorprendido?
Ha habido muchas, pero si tuviera que decir una, aún a riesgo de ser injusto, sería la de la abuela barcelonesa de noventa y dos años, que vino a buscar a su avanza edad, a un compañero de viaje con el que pasarlo bien. Un señor que tenía ochenta y un años y venía de Castilla. Me pareció una cita muy tierna. No surgió el amor entre ellos.

¿Al principio pensabais que era un programa arriesgado para la tele?
No, pensábamos que era todo lo contrario. Que era una programa que podía funcionar bien, que podía gustar al público. Lo que ocurre es que nunca piensas que va a ser un éxito tan grande, porque el programa ha tenido una acogida mejor de lo que esperábamos.

¿Te hubieras atrevido a participar en el programa como concursante?
Yo soy muy vergonzoso, no me atrevo a presentarme ni a concursos ni a nada de nada, ¿sabes? Me cuesta mucho pudor mostrar cosas de mi mismo, hasta una entrevista se me hace un poco cuesta arriba. La respuesta es no, por eso admiro mucho más a la gente que se atreve ir a la televisión a hacer un concurso y a mostrarse. Me parece maravilloso.

¿Cuál ha sido o cuál es el trabajo que más cariño le tengas o guardes con especial ilusión?
Hay varios, siempre he sido afortunado. Recuerdo con especial cariño Al salir de clase, fu mi llegada a Madrid. Era un momento muy mágico, muy iniciático, descubriéndolo todo. Además lo estaba descubriendo, a pesar de tener treinta y seis años, con chavales de veinte o veintidós de los que tenía de padre en la serie. Fue muy divertido. Luego llegó el súper éxito de "50 por 2" en Telecinco, fue un momento maravilloso. Otro momento fenomenal fue "Date el bote" y "Atrapa un millón" que me hizo muy feliz.



¿Qué crees que tiene el teatro que enamora a tanta gente?
Para mí, es una liturgia en el actor y el espectador muy especial. Tú puedes ver a personalidades de la interpretación en el cine o en la televisión... pero no sé, es como si estuvieran en otra dimensión. Cuando vas al teatro tienes la posibilidad de encontrártelos a diez metros de ti. Para el actor igual, cuando hace una peli sabe que hay público que lo ve, peor hasta que no sale a la calle a la semana siguiente y no se encuentra con alguien que ha visto la peli o el programa y dice que le gustó, no tiene ningún tipo de feekback inmediato... el actor que tiene la posibilidad de sentir el aliento del público a cinco metros de su cogote, la reacción inmediata, el aplauso... una vez que prueba eso es la mayor droga, el mayor veneno que le pueden inocular a un actor.


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